Al filo de la madrugada, una
procesión de almas en pena rodean las tiendas de campaña de los incautos
viajeros que se atreven a adentrarse en los oscuros bosques que separan las
pequeñas aldeas, ahora despobladas, de la zona central del país. ¿Y cómo
quedaron estos pueblos vacíos? ¿Por qué la procesión de almas trata de asustar
a los incautos viajeros?
La leyenda es clara, pero… ¿real?
¿Leyenda o mito? Según el diccionario de la RAE una leyenda es una relación de
sucesos que tienen más de tradicionales o maravillosos que de históricos o
verdaderos, pero cuando se ha comprobado que, algo de real hay, ¿podemos seguir
hablando de leyenda?
Esta historia, real o no, es
la que conozco, es la que me han contado y la que ahora os relato yo:
El pueblo, cuyo nombre no
recuerdo, estaba lleno de vida pero de pronto, de la noche a la mañana, quedó
abandonado y, siglos después, en las noches de luna llena, a las doce en punto
de la noche, cuando la vieja campana, movida por manos invisibles comenzaban a
repicar, se oían murmullos, se veían figuras blancas, traslúcidas, tenebrosas
que atemorizaban a los pobres viajeros.
Había una familia en el
pueblo, muy rica para la época, muy enemistada con otra familia a causa de
herencias mal repartidas. Evaristo, el patriarca de una de ellas, estaba muy
enfermo, con un pie en la tumba casi, que mandó llamar a su hijo, al que hizo
prometer que nunca jamás se uniría ni tendría trato con la otra familia pues,
si esto pasaba, él se encargaría de volver del mundo de los muertos y
atormentar a todo el pueblo.
El hijo de Evaristo tenía una
hija muy hermosa prometida con un joven del pueblo al que no amaba, ya que su
corazón pertenecía al hijo del señor al que su abuelo Evaristo odiaba con toda
su alma.
Pronto estos amores fueron
conocidos por todo el pueblo. El padre de la chica tenía miedo por la maldición
que su padre había lanzado contra el pueblo, por lo que tomó la decisión, junto
con el prometido de su hija, de atemorizar a la pareja.
Con este objetivo todas las
noches el prometido se ponía una sábana blanca, manchada de tierra, y
arrastraba grandes cadenas, haciendo creer a todos que era el espíritu del
abuelo, decepcionado por lo que su nieta estaba haciendo, pero ni la muchacha
ni su amado lo creían. Sabían que era un engaño organizado por su padre, por lo
que continuaron saliendo hasta que un día el joven, cansado de los cuchicheos
de la gente, aterrada por los gritos lastimeros del supuesto fantasma, cogió la
escopeta de su padre y disparó al fantasma, que cayó al suelo, muerto,
descubriéndose el engaño.
El muchacho fue encarcelado y
condenado a muerte, mientras que su enamorada enloquecía poco a poco. El día en
el que él fue ahorcado, ella se clavó una daga de plata en el corazón mientras
maldecía al pueblo, condenándolos a muerte.
Al día siguiente todo el
pueblo murió, el agua estaba envenenada, la chica, antes de morir, se había
encargado de ello. Desde ese día todos los muertos del pueblo se levantaban
cada noche, para continuar con las vidas que se les había arrebatado.
MK!