On Parole

Bienvenidos al mundo de una cuerda loca :)

martes, 23 de octubre de 2012

La ciudad secreta :)


    Christian, Josef y Walker eran tres jovencitos de no más de diez años que vivían en un pequeño pueblo de Norteamérica. En verano jugaban en los grandes bosques y campos que le rodeaban y, en invierno, cuando el frío se colaba en sus huesos, solían ponerse sus trajes para la nieve y seguían jugando; no se agarraban nunca un constipado.

    Un día caluroso de verano descubrieron algo que guardarían en sus mentes hasta el día de sus muertes. Estaban jugando en un descampado cercano a sus casas y al que iban todos los días pedaleando tan rápido como sus cortas piernas se lo permitían. Y allí se reunían en “La casa”. “La casa” consistía en cuatro tablas y cuatro cartones que debían reconstruir, como poco, una vez por semana, pero a ellos no les importaba, eran niños y con cualquier cosa se lo pasaban bien.

    Ese día, cuando acabaron de reconstruir “La casa” por octava vez en lo que llevaban de verano, decidieron jugar al escondite. Le tocaba contar a Walter, el cual lo hacía muy despacio. Cuando acabó fue corriendo a buscar a sus amigos. A Josef le encontró muy rápidamente, pero no a Christian, el cual al cabo de un rato salió corriendo en busca de sus amigos, pero entonces pisó una vieja lona y…¡pluf! Se hundió. Los otros dos salieron corriendo en su ayuda y vieron que había caído en un pozo muy profundo del cual no veían el fondo. Los niños empezaron a gritar y, de pronto, oyeron la risa de Christian. Era una risa como la que oían cuando alguno se llenaba la cara de algodón de azúcar o cuando contaban un chiste que sólo ellos entendían. Entonces Christian les dijo que bajaran, que aquello era muy divertido. Josef y Walker tenían sus dudas, pero Christian parecía estar pasándoselo muy bien, así que, primero Josef y luego Walker, se tiraron por el agujero. Cayeron por una especie de tobogán que les hizo gritar al principio y luego reír, cuando llegaron al final, Christian les estaba esperando. Pasaron toda la tarde jugando en ese lugar, un lugar maravilloso, lleno de camas elásticas, castillos hinchables y bicis nuevas, pero entonces llegó el momento de irse a casa, ¿cómo hacerlo? Walker comenzó a llorar diciendo que él quería irse a casa, que no quería quedarse en ese lugar de por vida, por muy fantástico que fuera y entonces, como por arte de magia, apareció una puerta que les llevó directamente a sus casa…

    Al día siguiente volvieron al descampado y buscaron el agujero, alguien había vuelto a poner la lona en su sitio, pero ellos la quitaron. Y así todos los días hasta que,poco a poco, comenzaron a crear su ciudad en la que había un parque de atracciones, un salón de juego y heladerías. Pasaban allí las frías tardes de invierno y los calurosos días de verano, comiendo helado mientras veían la última película que habían estrenado en el cine de la ciudad. Pero un día todo acabó. Ya había crecido, Josef acababa de cumplir los dieciséis y, cuando fueron al salar y levantaron la lona, no había nada. Donde antes estaba el agujero ahora ya no había más que un montón de tierra. Pasaron días y días cavando, pero el tobogán había desaparecido.

   ¿Será que ya no eran niños y aquel paraíso ya no era para ellos? Nunca lo sabrán, pero ellos darían todo por volver a su ciudad secreta aunque solo fuera un día más.
MK!

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