Pies amputados.

   Miércoles 20 de marzo, el inspector de policía Roque Fernández recibe una llamada. Son las nueve de la llamada y el café sigue caliente encima de su mesa. Estaba leyendo el periódico sin muchas ganas, esa llamada era lo que necesitaba para despertarse. Se estiró hacia el teléfono y lo descolgó:

-Inspector de policía Fernández, ¿en qué puedo ayudarle?  

-Por favor, necesito ayuda, acabo de encontrar un cuerpo….humano.-Era una voz de mujer y sonaba muy nerviosa.-Bueno…no es el cuerpo entero…por favor, ayúdenme.- La mujer sollozaba y parecía profundamente alterada.

-Trate de tranquilizarse y dígame dónde está, enseguida iré para allá.

-En el Parque Central, en la Fuente del Ángel.

-No se mueva, inmediatamente vamos.

En cuanto colgó el teléfono el inspector se levantó de la silla y cogió su chaqueta, colgada en el perchero de la entrada de su despacho y se dirigió inmediatamente a su coche, mientras llamaba a su compañero.

Cuando llegó al parque ya se había reunido un buen número de curiosos a los que hubo que espantar, mientras que su compañero, Gerardo Martín, hablaba con una mujer, suponía que era la que había dado el aviso.

Se acercó a hablar con el equipo forense que le dijeron que habían encontrado una deportiva negra con el pie dentro flotando en la fuente. No había duda, era otro asesinato producido por un criminal al que tanto él como Gerardo llevaban años tratando de capturar.

Hasta ese momento no habían encontrado ni un solo cadáver, solo los pies derechos, normalmente de mujeres, enfundados en deportivas de color negro. LA frustración se apoderó del inspector Fernández, otra vez había vuelto a suceder. No eran capaces de frenar a ese psicópata.

Los años pasaron y los pies mutilados seguían apareciendo, sin encontrar ni al culpable, ni los cadáveres…hasta que un día, tras una fuerte tormenta, los cadáveres aparecieron flotando en un lago, salieron de la nada…Apenas quedaban cuerpos con algo de carne, solo era una masa de huesos podrido.

Aunque los cadáveres aparecieron, nunca se encontró al asesino y, todavía hoy, sigue matando…

MK!