Un día, cuando ya hacía mucho tiempo que La Dama Negra, como habían comenzado a llamarla, no salía de casa más que en algunas noches de luna llena, desapareció. No se sabe con exactitud cuanto tiempo estuvo desaparecida, simplemente un día su marido bajó a la biblioteca para comunicarla que su padre había fallecido, comprobó que no estaba y que había una gran capa de polvo, miró en la habitación y ella no estaba, tampoco estaba su ropa, esperó dos días más, pero no apareció, entonces se decidió a llamar a la policía, aunque sabía que no le harían mucho caso. Su mujer era una loca que adoraba buscar demonios y que por la noche iba al bosque a recoger hierbas y hacer hogueras..
La verdad que que el caso llamó la atención durante una semana más o menos, una semana en la que la gente se dedicó a inventar rumores falsos sobre su desaparición, luego otros temas ocuparon sus vidas y se olvidaron de la Dama Negra, sólo era mencionada en los cuentos infantiles que las madres contaban a sus hijos para asustarles.
Era la noche de San Juan y todos habían acudido al claro del bosque para celebrarlo. Para ser el primer día de verano, la noche era fría y, poco después de las doce, una horrible tormenta obligó a todos a refugiarse en sus casas. A la mañana siguiente apenas había signos de la tormenta, pero la Dama Negra Apareció. Cuando acudieron al claro de la hoguera, de la que apenas quedaban unas cenizas, había aparecido una cruz de madera invertida y el cuerpo desnudo y mutilado de La Dama Negra, aunque hacía más de diez años desde su desaparición, estaba como ese día...
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